Las grandes empresas dedicadas a la compraventa de café pagan precios menores a los referentes globales a los pequeños caficultores del país, por lo que, pese a la bonanza del grano, el beneficio no es parejo.
El valor de las exportaciones de café registra máximos no vistos desde 2013; sin embargo, la volatilidad en el precio internacional del grano mantiene en la incertidumbre a los pequeños productores mexicanos, quienes no se han beneficiado del repunte global de precios, pues todo ha quedado en manos de las grandes corporaciones.
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